La espía que surgió del móvil

La historia del espionaje en los móviles es de coña o de coñac de garrafón. Lo más difícil de entender es que el Gobierno se espíe a sí mismo, como si Sánchez no se fiase de Marlaska o Castejón desconfiase de Grande, cada uno receloso de uno mismo. Lo que se lleva con discreción en cualquier país normal, aquí es broma. La jefa del CNI, Paz Esteban, ha tenido que salir a luz, a dar su cara, para apaciguar a los socios del PSOE. La espía ya no tendrá capacidad de discreción. Imaginemos que alguien coincide con ella en la cola del autobús, pues el chiste ya está hecho: Míreme el móvil a ver si lo tengo limpio. foto: Paz Esteban |EFE

La espía que surgió del móvil

Te puede interesar