Margarita Robles, funambulista de la palabra

Por mucho que lo intento sigo sin entender a los políticos que son capaces de defender un posicionamiento y el contrario sin apenas dar tiempo a que los mortales, los que tenemos que votarlos, nos podamos dar cuenta de que siguen jugando con nosotros a su libre albedrio e intentando que parezca que sus postulados y posicionamientos son los correctos, Y lo hacen cuando todos sabemos que una vez más nos siguen mintiendo para salvar sus posiciones de privilegio que les otorgan sus cargos políticos, en verdad bien remunerados, y que no les obligan a un esfuerzo excesivo para ganarse la nómina.


El último y más reciente caso de lo que afirmó lo ha protagonizado la ministra de Defensa, Margarita Robles con todo el entramado de las escuchas telefónicas. Cinco días antes defendió con mucho coraje a la directora de la CNI Paz Esteban para unos días más tarde y al salir del Consejo de Ministros anunciar que era sustituida por otra funcionaria, con orígenes gallegos, para dirigir el que se conoce como el centro de los espías. Para hacerlo Margarita Robles utilizó palabras muy escogidas como si estuviera redactando una sentencia en su condición de Magistrada. Realizó un amplio despliegue de funambulismo verbal para no caer en la tentación de términos tan esperados como cese o dimisión. La ministra de Defensa se aferró al sustantivo sustitución, que no es lo mismo que destitución, para dar paso a la nueva jefa de los espías de España. Su funambulismo verbal lo repitió hasta la saciedad o hasta que los profesionales de la información se cansaron de preguntarle y ella se aferró siempre al termino como potenciación cambio de estrategia, para considerar nuevamente que la sustitución iba por esos derroteros.


Margarita Robles, por la que hasta hace unos días tenía grandes preferencias como política que se enfrentaba siempre de frente a los problemas, debo reconocer que me ha desilusionado. Se ha subido al carro de los que intentan hacernos comulgar con ruedas de molino. Y las de la ministra de Defensa son en verdad muy grandes. El tiempo, sin lugar a dudas, le pasará factura.

Margarita Robles, funambulista de la palabra

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